Deif-Junapi 2, Matt-Josema 0 (6-1, 6-3)
Inapelable, impecable, excelente, sobresaliente, diría hasta asombroso, el triunfo de la pareja formada por "raqueta de oro" Hernández y "codo de cristal" Ruíz Alarcón frente a "paquete" Alajarín y "petacas" Fernández, por la vía rápida y en poco más de 45 minutos.
La mañana se abría clara y con una temperatura agradable en las instalaciones deportivas de Espinardo sobre las 9 horas; el ambiente era especial, de esos días importantes para todos y cada uno de los partícipes en el evento, pues varios días antes se había tíldado el partido como uno de los que marcarían el devenir de la competición. Nada más lejos de la realidad.
Tras un calentamiento lleno de artimañas por parte de los dos equipos, el partido comenzó rapidísimo. En un abrir y cerrar de ojos DJ ya vencían por 5-0. 15 minutos de calidad de la pareja favorita bastaron para decantar el primer set y el partido. "Monitor" Hernández cogió las riendas y movió a su antojo a la pareja MJ, como si de marionetas se tratara. Juanpi por su parte, apoyado en su excelso porcentaje de primeros servicios, fue lo que venía siendo ya desde hace tiempo, un auténtico cefalópodo marino con tentáculos en la red, impasable, con un dominio de la técnica imponente. 6-1 en 20 minutos, fácil, sin respuesta.
El segundo set comenzó igual. Con una ruptura de servicio de DJ al servicio de petacas. El principio del fin. Irrecuperable por lo visto en ambas parejas hasta ese momento del partido. De ahí, al 5-1 en un santiamén. La pareja MJ aguantaba más en cada juego, pero en el punto importante cometían algún error desde el fondo de la pista. Sólo una serie de acciones "Juan Palomo" en la red (sacando a la luz su increíble potencial físico), por parte de petacas Fernández, acercó a MJ al 5-3. Pero el último servicio del partido no dio lugar a dudas. Codo de cristal sacó la escuadra y el cartabón y puso la bola "en el sitio", limpió dos o tres esquinas, y partido resuelto. "Ale, para casa que tengo clase".
No hubo partido en la mañana del día 21 de Mayo. Unos, salieron ilesos del primer envite comprometido. Otros, fueron bajados a la tierra a base de golpes y se reubican en el grupo de la lucha por la supervivencia.
Foto: Diana Hernández Meseguer